Ironía

Y ahora que las ganas de casarme llegaron a mi vida...
que la cursilería se roba mis suspiros...
que el impulso salvaje mueve mis actos...
y que la cordura se vuelve loca,
ahora que todo es un caos,
que parece que no quiero estar sola
por el miedo a no poder compartir
el final de mis días con nadie,
por más alucinada que sea la conclusión
y más tonta que me sienta,
por más pena que me de ser como soy
y más avergonzada esté de esto que escribo
me doy cuenta de lo siguiente:
me das asco y no quiero vivir contigo.

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