Teresa

Teresa, es la chica de la que todos se enamoran, no es la más guapa, ni la de piernas largas, es algo así como el niño que todos los padres desean tener, pero pocos se atreven. Así ella explica su falta de enamoramiento o su enamoramiento al estilo romántico, es mejor decirlo de esta manera a caer en la cuenta de que nunca se enamorara porque en su mente está casi segura de que no existe en este mundo alguien que ame como ella. Aceptémoslo, es egoísta...

Cuando está sola quiere estar con alguien, cuando esta con alguien ese alguien siempre la caga. Sí, ¡la caga!. Lo digo porque lo sé, sin esperar lastimar a mi querida Teresa, pero siempre le dicen que la aman, que es tan fácil enamorarse de ella. Claro ¿quién no se enamoraría de su sonrisa tierna y sus ojos que se sorprenden cada vez que alguien abre la boca porque piensa que es algo interesante, de quien siempre confía y tiene palabras para todos en sus labios? Hay que decir que confía demasiado, aún o quizá no desea perder la esperanza... Así, si le dices que estás enamorado de ella, es porque sabes lo que dices o porque en serio no tienes ni puta idea de donde te metiste.

La mayoría como lo he dicho, no tiene ni puta idea hacia donde lo llevará el amor hacia Teresa, por eso ella ya no se arriesga, nadie ama como ama Teresa, lo que me temo es que a pesar de su gran entusiasmo ya no cree en las palabras vacías que repiten lo mismo. Ya no cree en las palabras de media noche, porque sabe que esa emoción es efímera.

Teresa quiere al amor, en todos lados. Esa es mi amiga y no se ha dado cuenta que el amor es ella y por eso siempre quieren tenerla en los labios y en el corazón.