en el viaje...

Ella se sentó en la segunda fila del lado de la venta, cerro los ojos y comenzó a no pensar. Él la vio, sobre la cabeza de la chica que dormía flotaba una especie de masa gaseosa (extraña definición pero así lo dijo) era una nube grisácea que mostraba letras, era el cuento de sus pensamientos. Describía perfectamente donde estaba ella, ahora que no estaba aquí. La sintió tan vulnerable. Quizá todos estarían queriendo mirar aquella mente dispuesta ser leía. Se sentó a su lado y puso su hombro, pretendiendo que la cabeza de aquella chica cayera poco a poco por la inercia y dejara que esa nube se convirtiera en el libro que él siempre quizo leer.