Carta al mundo y un cachito para ti.

Hoy, comí ese dulce de arroz que tanto amo, reí como solo se ríe en el presente, abracé y cociné lo que me decía el corazón, viví un domingo, como un santo. entre las personas familia y dos perros. Hablé de ti en silencio y sonreíste en ese instante a alguien más a algunos kilómetros de aquí. La lluvia vino y mojó mi ropa interior. ¿Sabes, mundo? Ya no te odio. Gracias, por decirme al oído y en mi cara quién soy.

Te amo.

Comentarios

Entradas populares