No conocemos al amor

Ahi vamos, con la decontrucción de mi personalidad para ver si de una buena vez me acepto como soy o empiezo por hacerme daño, y es que hace unas semanas, dos doctores de dijeron que era: "enojona", ¿enojona yo? a la que no le gusta pelear y la que siempre se pelea consigo misma más que con los demás, auque termine por "desesperar" al otro. ¿yo? Sí, soy una enojona, pero una distinta a todos los demás, o quizá a algunos, sí, soy una enojona silencionsa, hermitaña, que odia las injustiacias y no sabe cómo huir de ellas. Para que quede más claro: De pequeña aprendí a guaradar silencio, a no llorar por las injusticias que me sucedian, más bien aprendí a luchar por las injusticias que le pasaban a otros, que podían estar cerca o lejos, pero en mis recuerdos, no hay alguno que me haga pensar en que algún día, cuando era pequeña yo me pudiera defender. Una persona enojada por su propia frustración.

Defender, te preguntarás ¿de quién o de qué? no soy de esas niñas a las que bulleaban, ni que bulleaba, más bien me sentía como una observadora, una niña que podía hacer daño si se lo proponía pero nunca me lo propuse. El maltrato venía de mi casa, directamente, ya sé que quizá es una historia trillada, pero la explico para entener (me), a veces hubiera deseado que el maltrato hubiera sido externo, si es que no había elección. así podría decir que llegaba corriendo a casa de mis padres para que me abrazarán y me dijeran que me iban a defender, pero no. Deseaba escapar de la casa de mis padres, para correr al exterior y que alguien ahí me amara, nadie me enseñó a amarme y ahora deseo aprender de otra manera, con amor, no apreder de nuevo a chingadazos, ya no.

Muchas personas, dirán que han pasado por lo mismo, o que exagero por lo que digo, pero no me importa, quizá solo sean mis ideas y las personas allá afuera si lleguen a comprender que desde los 18 años lucho por no ser una persona violenta y más bien me enfoco en que las personas ya no cometan más actos violentos contra los niños; algunos, (familiares y amigos) me llaman "traumada" Pero ninguno de ellos ha vivido en carne propia lo que es sentir que tu madre te odia por el hecho de existir y te golpea cada día para recordarte que el solo hecho de existir esta mal. Muchas de mis relaciones se han venido a pique porque no sé como recibir amor, sin entregarlo todo, hasta lo que no se me pide, para terminar desecha y sintiendo que el amor es así, aunque algo siempre me hace o los hace alejarse, para no continuar, porque muy adentro sé y saben que el amor, realmente no es así.

No me excuso, eso los lastima también, aunque he comprendido de a poco que en una relación hay dos porcentajes, y que cada uno es responsable de lo que pasó, también creo que lo que les gusta de mi en un principio es mi entuciasmo, mis ganas de seguir viviendo, de por fin conocer el amor y qué sí lo merezco, sin embargo la vulnerabilidad, mi inseguridad, que al principio atrae, termina por alejar a amantes, amigos y colegas.

Mi problema, así lo llamaré, se extendió en todas las vertientes de mi vida, familia, amigos, amantes, colegas, pues de alguna manera los afectó. ¿cómo se puede vivir con una persona que no confía, que siente que no puede, que no merece? ¿cómo se vive siendo una persona así? ¿cómo se vive creyendo en promesas externas que te sacarán del "hoyo"? ¿cómo entiendes que ese vacío puede llegar a ser manipulado y controlado por personas que solo quieren algo de ti? ¿cómo paras esta catástrofe?

Les diré como se vive: Enojada, por sentir que los demás, por muy estúpidos, egocentricos, optimismtas y sabelotodos, son felices sin echar ni un vistazo a su propio ser,  aunque sea una mentira. Me siento enojada, porque siento que no merezco sentirme enojada, porque siento que no tengo permiso para ser feliz, porque no sé pedir lo que necesito, porque me frustra, sentirme hundida aquí, porque veo como se comportan, como viven, y los envidio, entonces mi envida se va en ellos, mi energía se va en ellos, mi tiempo se va en ellos. Y en mi enojo porque las injusticias siguen pasando y siento que yo no podré hacer nada, por más que me esfuerce, por más que me informe, por más que haga y no haga, muchas veces vivo sintiendo que soy una mediocre; principalmente en mis peores días.

El enojo va pasando cuando todo se desmenuza, pero se revive cuando observo hasta donde ha llegado esto: descepciones por idealizar situaciones y personas, manipulación y desamor por querer agradar a los demás, enojo y frustración por las cosas que no puedo cambiar y llamo injustas, dolor profundo por seguir sola, dolor profundo por no sentir mi propio amor. Algunos de mis "amigos" tienen un ego tan grande o una confianza tan estupida y sin fundamentos que yo misma me sorprendo por no tener un poco de eso. 

Ese es mi enojo, ver como nos tratamos los unos a los otros, cómo dejamos que nuestro país (México) se vaya al demonio por que siento y casi estoy segura que México, así como yo, no se ama. Y me siento un Mexico, al que le cuesta creersela y me indigno, me siento frustrada. Porque así como me pasa, hay muy pocas personas que llegan a comprender esta situación. Somos un país de niños maltratados, caprichosos, arrogantes, soberbios y sobre todo desconfiados de nosotros mismos, pensando que alguien externo nos tratará bien, pero cuando nos tratan bien, agachamos la cabeza porque sentimos que no lo merecemos o somos tan arrogantes que decimos, tú no puedes ayudarme.

Sin embargo, no es que no me hayan tratado bien, ni que todas las personas sean decepcionantes para mí, no, estoy enojada porque no sé cómo salir de esto, y aunque todos los días me levanto con mucho esfuerzo y sé que pongo todo de mi parte por hacer lo que me gusta y sentir que disfruto, hay ocasiones en las que me es imposible no estar enojada con todo el mundo por su falsedad y su incongruencia, la cual también es mía.

¿pero, por qué es mía? porque yo espero que las personas me amen, sin amarme, y les pido que se amen, pero tampoco se aman, porque somos cobardes. Porque decimos que amamos y perdonamos, pero guardamos rencor y silencio, para terminar escondidos, provocando dudas y suposiciones, porque no sabemos qué es el amor y lo exigimos, porque estamos enojados y jamás lo expresamos, porque nos la pasamos intentando arreglar los problemas de los demás menos nuestros arraigos más profundos hacia el dolor, por cobardia o soberbia, porque no es fácil hablar de lo que nos duele y nos lastima, porque no sabemos pedir, ni ser ayudados,  por eso sé que me corresponde, porque no sé cómo sanar, pero quiero sanar.

Porque algún día, amaré al mund, amándome primero.

Amén.

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