Tres meses


Hace tres meses regresé a mi país, hace dos meses el chico con el que quiero vivir vino y lo conoció, le gusto bastante para ser el primer país que visita en toda su vida. durante este tiempo he hecho cosas de las cuales me siento sumamente orgullosa, es decir que mi proceso creativo a seguido activo, he hecho más piezas de joyería, escrito más historias, compuesto canciones y por fin empiezo a disfrutar de la vida. 

A mis 31 y medio  todo va bien, logré pagar todas mis deudas y ahora soy yo a quien le deben, siempre es mejor estar de este último lado. He estado cerrando ciclos y reconciliándome con algunas personas, los adioses siempre son necesarios. Algunos temporales otros para siempre. Al final siempre estoy con quien debo estar.

Me he convertido en una persona ermitaña social, es decir que soy feliz en mi soledad y prefiero las reuniones de no más de cinco personas, aunque apoyo las manifestaciones y acudo de vez en cuando a ellas. Prefiero las platicas sinceras aunque sea con desconocidos, taxistas, peatones, con quien sea pero así transparentes, quizá aprecio más esas pláticas que ninguna otra, y esas son las que se dan cuando voy sola a todas partes, viajando. 

Al regresar tenía miedo, había cierto halo de inseguridad dentro de mí, como si no me sintiera más en casa, pero poco a poco ha ido desapareciendo, sin embargo la inseguridad se hizo presente, hoy me robaron algo (valioso por que me había costado mucho trabajo obtenerlo, tiempo de mi vida) y sentí una impotencia y desilusión, no por la cosa sino porque al final nos hacemos daño los unos a los otros y no vemos el trabajo del otro, porque esa persona por algunas razones y circunstancias, la llevaron  a cometer el robo, porque sigo confiando en la gente, nada más y seguiré confiando. 

Porque ningún lugar en la tierra está exento de defectos ni virtudes, así como los seres humanos, de los cuales te decepcionas y te vuelves a enamorar cada día.


A tres meses de estar aquí, planeo vivir en otro país y para eso he de entender que ninguno es mejor que otro, que todos somos, que justo no se vale escapar de ningún lugar porque nadie puede escapar de sí mismo. Decidí retomar la terapia, justo para darme cuenta que sí estaba huyendo pero que esta vez no volveré a escapar. 

Amén.

Comentarios

Entradas populares